En el centro de la ciudad, donde están los mercados y algunos supermercados, el kilo de azúcar se puede comprar a 6 bolivianos, pero el mismo producto en los barrios llega a costar 8 bolivianos, lo que demuestra que en la periferia algunos alimentos indispensables tienen un costo más alto. El kilo de pollo en los mercados tiene un precio promedio de 14 bolivianos, pero en los barrios llega hasta los 17 bolivianos, según se pudo comprobar en un recorrido realizado por el sector de Villa Vecinal y Nueva Trinidad, que son las zonas de mayor proyección y crecimiento urbano de la capital beniana.

“En los barrios periféricos, donde hay mayor pobreza, los productos de primera necesidad son casi el doble del costo en los mercados centrales. Un claro ejemplo es el azúcar: en el mercado Pompeya cuesta 5 bolivianos y en mi barrio está en 8 bolivianos. El tomate antes costaba 6 bolivianos y ahora cuesta 12 bolivianos”, denunció María Espíndola, dirigente del barrio Moperita.

Por su lado, Clara Mendieta, ama de casa que cocina picante de pollo los viernes, indica que el precio de la cebolla subió de 40 a 100 bolivianos, afectando su negocio de venta de picante. Ahora ya no podrá cocinar porque la ganancia sería mínima. Añade que algunos insumos como el aceite, que a inicios de año tenía un precio promedio de 10 bolivianos, ahora cuestan entre 12 y 13 bolivianos.

Sobre este panorama que afecta la economía popular de los trinitarios, el concejal Rodney Mercado aseguró que existen denuncias de precios duplicados en los barrios alejados de Trinidad y exigirá, a través de una Petición de Informe Escrito (PIE), un cronograma de intervención de la Intendencia para controlar esta situación en los barrios alejados.

Desde la Intendencia Municipal se informó que se cumplen rondas por los mercados y puestos de venta para evitar la especulación de precios. Además, se está exigiendo a los comerciantes colocar sus paletas de precios de manera obligatoria. Instan a la población a denunciar a aquellos que pretendan afectar la economía de las familias colocando precios exagerados en alimentos de demanda diaria.