En los últimos años, la falta de concentración y motivación en el aula se ha convertido en uno de los mayores desafíos educativos, especialmente en los niveles de educación primaria. Muchos estudiantes muestran poco interés por las clases, se distraen con facilidad y no logran comprender adecuadamente los contenidos, sobre todo en el área de Lenguaje. Esto no solo afecta su rendimiento académico, sino también su desarrollo comunicativo y su capacidad para expresar ideas de forma clara. Ante esta problemática, consideramos necesario replantear las estrategias de enseñanza que se aplican en las Unidades Educativas.

Una propuesta que merece ser valorada es la estrategia El tesoro de las palabras, que combina el aprendizaje con actividades lúdicas para fortalecer la atención, la memoria y la comprensión lectora. A diferencia de las metodologías tradicionales, donde el estudiante es un receptor pasivo, esta estrategia lo convierte en protagonista del aprendizaje mediante juegos como "Cadena de Palabras" y "Bingo de Palabras". Estas dinámicas no son simples entretenimientos, sino recursos pedagógicos que promueven habilidades cognitivas importantes como la escucha activa, la asociación de ideas, el análisis y la reflexión.

Quienes aún creen que el juego no tiene lugar en el aula están equivocados. Diversos estudios educativos demuestran que aprender mediante actividades divertidas genera mejores resultados, ya que despierta el interés, reduce la ansiedad escolar y fortalece la motivación intrínseca. Además, el uso de materiales sencillos como tarjetas, textos breves, imágenes o marcadores demuestra que innovar no significa depender de grandes recursos, sino de creatividad y compromiso docente.

Por ello, afirmamos que la educación actual necesita estrategias dinámicas e inclusivas que respondan a las necesidades reales de los estudiantes. Enseñar jugando no es perder el tiempo: es transformar el aprendizaje en una experiencia significativa, activa y memorable.