En la actualidad la inteligencia artificial (IA) ha cobrado gran relevancia en los últimos años y se ha convertido en una tecnología transformadora y sostenible que tiene el potencial de mejorar la educación. Se puede considerar que aprender con inteligencia artificial implica utilizar herramientas tecnológicas, implica también adquirir conocimientos básicos sobre sus principios y aplicaciones y desarrollar habilidades transversales que permitan a los estudiantes adaptarse a entornos cambiantes y colaborar con máquinas tecnológicas inteligentes.

Sin embargo, el uso de la Inteligencia Artificial en la educación también plantea desafíos éticos, sociales y pedagógicos que requieren reflexión crítica y acción colectiva sobre el futuro que queremos a partir de la tecnología. Los estudiantes y los docentes utilizan sin duda la Inteligencia Artificial con diferentes fines: para crear, para escribir, para programar y otros. Esta misma en la parte educativa proporciona nuevas vías que permiten explorar y buscar ayuda sobre determinados temas, aunque también proporciona accesos rápidos de información que no puede ser tan relevante.

En la mayoría de las herramientas tecnológicas que implica la inteligencia artificial puede mejorar la experiencia y el trabajo de los docentes en la educación superior, siendo esto considerado muy favorable, ya que puede ser un gran apoyo en la generación automática de contenido educativo. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la inteligencia artificial no debe reemplazar por completo el trabajo en el aula, sino que debe utilizarse como una herramienta complementaria para mejorar la calidad de la educación y el aprendizaje de los estudiantes, a partir de su uso y aplicabilidad, permitiéndoles además innovar en sus áreas de formación educativa donde prevalezca tanto la ética como la confiabilidad de la información manejada.

Los buenos docentes desempeñan un poderoso papel a la hora de ayudar a los estudiantes a descubrir sus puntos fuertes a nivel personal y a desarrollar su potencial. Son orientadores y apoyo para cada estudiante y prestan atención a las particularidades de los contextos en que cada estudiante aprende y vive.