La investigación que retrata la situación de las mujeres en estancias ganaderas del Beni: “Trenzando Voces”

Escrito por: María José Yabeta Sandoval

La investigación que retrata la situación de las mujeres en estancias ganaderas del Beni: “Trenzando Voces”

“Si bien, el sistema de producción ganadera se puede considerar de tipo capitalista o pre capitalista. Al interior de las estancias, existen jerarquías de poder que van más allá de la dicotomía obrero-capitalista, existen, por ejemplo, la figura del administrador, del capataz y del peón; debajo de esta estructura se encuentran las mujeres trabajadoras, por lo general, las parejas (esposas, concubinas) de los trabajadores.” Fragmento introductorio del libro Trenzando Voces

La ganadería es, históricamente, una de las actividades, no solo, más representativas del Departamento y de las principales en la economía; sino de las más dominadas por un sistema machista, y patriarcal. Situación que, si bien se observa e cosas cotidianas, como un anuncio de trabajo, no se ha tenido en consideración, ni se había investigado hasta el 2024; esto cambio cuando la Coordinadora de la Mujer Beni, con el financiamiento del Fondo de Mujeres Para Bolivia, a través de dos integrantes: Ilze Monasterio Zabala y Zoren Álvarez Salazar, decide encaminarse en una investigación que develara la realidad de las mujeres dentro de las haciendas en el Beni, plasmándola en un libro, “TRENZANDO VOCES”.

“Se busca hombre fuerte para capataz en Estancia cercana a San Ignacio de Mojos, que sea mayor de 20 años y que tenga mujer para que colabore en la cocina” anuncio de oferta laboral

La investigación se desarrolló en estancias cercanas a San Ramón, Santa Ana, y San Javier. Los ejes centrales fueron: condiciones económicas y laborales, autonomía de los cuerpos y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos; se vio necesario enfocar la investigación desde el enfoque de género (análisis de una situación determinando cuanto se relación la violencia padecida, la distribución del poder con el ser mujer/hombre)y, la interseccionalidad (analizar la situación de una persona o grupo social tomando en cuenta todas las violencias u opresiones que le atraviesan) analizando estructuras de poder, discriminación racial, de clase, explotación laboral, y,  violencia sexual y reproductiva.

La Defensoría del Pueblo, en su “Investigación sobre la Situación de los Derechos Humanos de los Trabajadores de Estancias Ganaderas en el Departamento del Beni”, encontró condiciones de servidumbre, remuneraciones por debajo del salario mínimo, falta de seguridad social y de acceso a la educación.

Conversamos con una de las autoras de la investigación, Zoren Álvarez.

L.P.B: ¿Cuáles eran las principales características de las mujeres investigadas?

Z.A: En las encuestas que nosotros aplicamos a las mujeres, la mayoría había sido madre a muy temprana edad, en su mayoría no percibían ningún ingreso económico, y el mayor nivel educativo alcanzado era la primaria incompleta. Más del 30% había tenido su primer hijo/a entre los 14 y 15 años, todas habían sido madres antes de los 20 años, un 47% tenía entre 4 a 7 hijos, y el 33% entre 8 a 12 niños, el 74% no percibía ningún ingreso mensual.

L.P.B: ¿Están garantizados y respetados los derechos laborales de las mujeres en las estancias ganaderas?

Z.A: De las mujeres entrevistadas, ninguna gozaba de derechos laborales, no tenían vacación, no recibían finiquito ni aguinaldo, tampoco tenían acceso a un seguro médico.

“yo trabaje en el campo con mi esposo, pero solamente ganaba mi esposo, yo no ganaba nada, yo solo atendía, pero no me pagaban nada de sueldo, mi marido nomas ganaba” María (nombre ficticio por seguridad) durante una de las entrevistas.

L.P.B: ¿Cuál es el horario laboral y el trabajo que realizan normalmente las mujeres al interior de las estancias?

Z.A: No tienen un horario fijo, las tareas y horarios se adaptan a las actividades que realizan los hombres, por lo general estas actividades empiezan a primera hora de la mañana y acaba entrada la noche.

“No hay un horario, una puede echarse a las 23:00 de la noche y levantarse a las 4 de la mañana. Hay algunas estancias que son más requeridas, va llegando gente y uno tiene que atenderles” Rosa (nombre ficticio) durante su entrevista

L.P.B: ¿Cuál es la situación de las infancias en las estancias ganaderas del Beni?

Z.A: Tiene que ayudar a las actividades que realizan sus padres, realizar trabajos domésticos, vaquear. El trabajo de ellos es algo heredado. El tema de la educación se ve afectado por la distancia entre las estancias y las unidades educativas; algunas haciendas cuentas con una unidad educativa al interior, pero no existe un seguimiento y monitoreo de estos establecimientos.

“yo trabajaba de todo, era como una mujer grande” niña entrevistada durante la investigación.

L.P.B: ¿Cuál es la situación en cuanto a la salud sexual y reproductiva de las mujeres al interior de las estancias ganaderas?

Z.A: Hablar con ellas sobre este tema ha sido todo un asombro, sobre todo para las más adultas, ellas indicaron que no tienen información, y reconocieron que no existen espacios de información segura y fiable. Algunas participantes de las entrevistas manifestaron que ninguna tuvo acceso a información sobre planificación familiar, mientras que otras expresaron que no cuenta con un ingreso económico que les permita acceder a un método anticonceptivo. En cuanto a la maternidad, la mayoría de las experiencias son de maternidades prematuras en las que las sensaciones principales fueron el miedo, la frustración y la tristeza.

L.P.B: ¿Sufren violencia las mujeres dentro de las haciendas? ¿Cuáles son las principales formas de violencia que padecen?

Z.A: Si, las realidades que presentan las mujeres trabajadoras de estancias ganaderas reflejan múltiples violencias estructurales, viven condiciones de explotación y opresión por su condición étnica y de clase, además, de violencia física, sexual y psicológica. Las mujeres participantes de la investigación manifestaron haber sido violentadas por parte de ex parejas, parejas, también algunas indicaron haber sido víctimas de violencia a manos de sus patrones o administradores, quienes se encuentran ejerciendo poder sobre ellas desde lo laboral y patrimonial, para forzar esos hechos de violencia.

“hay pues jefes que abusan, incluso le paso a mi hermana, y acabo con un hijo de su patrón, era como si ella fuera un objeto” testimonio 1

“allá una lleva huasca con lazo, pasa siempre allá, con el lazo que es para enlazar ganado” testimonio 2

“dentro de las estancias también suceden esas cosas, que la mato, que la huasqueo, viene la noticias. Pasa y allá no hay quien la defienda a una, aquí en el pueblo, una grita y al menos los vecinos salen” testimonio 3

L.P.B: ¿Existen medios o instancias a los puedan acceder las mujeres que sufren violencia dentro de las estancias ganaderas?

Z.A: La práctica de denuncia de hechos de violencia no es habitual, la mayoría de las mujeres víctimas de violencia no ha denunciado de manera formal, además que existe una falta de presencia de las instituciones responsables.

L.P.B: ¿Qué conclusiones obtuvieron de la investigación?

Z.A: Bueno primero, que la situación de las mujeres en las estancias ganaderas es precaria, las instituciones encargadas de garantizar el cumplimiento de sus derechos, no llegan a estos lugares, ellas no cuentas en más del 90% con un salario. Segundo, las distancias y difícil acceso a las estancias y centros médicos, así como los altos costos, limitan el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Tercero, las mujeres al interior de las estancias ganaderas están en constante vulneración por los hechos de violencia, a manos de sus parejas o de sus empleadores.

  

 

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