La libertad y la comunicación asertiva como herramientas para la generación de economía y desarrollo en Bolivia
Autor: Ph. D. Alfredo Eduardo Mancilla Heredia Doctor en Economía

En el contexto del desarrollo socioeconómico de Bolivia, dos conceptos fundamentales destacan como pilares para la construcción de una sociedad equitativa y próspera: La libertad y la comunicación asertiva, elementos interconectados que facilitan la cohesión social y el desarrollo de una economía sostenible e inclusiva respetuosa de los derechos humanos y del Estado de Derecho.
La libertad, en su sentido más amplio, es el pilar sobre el que se construyen sociedades democráticas e incluyentes. La posibilidad de tomar decisiones individuales, sino también la responsabilidad de actuar dentro de un marco que respete el Estado de Derecho y los derechos humanos, garantiza inclusión social real y contribución al desarrollo colectivo sin temor a la violencia o la discriminación.
El respeto a la regulación, y por ende, la jerarquía de la pirámide de Hans Kelsen, garantiza que la libertad no se traduzca en arbitrariedad. Un sistema legal justo y equitativo protege a los ciudadanos de los abusos, fomenta la confianza en las instituciones y sienta las bases para una convivencia pacífica, permitiéndonos reflexionar la importancia de la comunicación asertiva en la resolución de conflictos y la construcción de consensos cuya finalidad implique el paso de la subcultura del irrespeto e intransparencia a la de la cultura empática y del respeto mutuo.
La libertad económica es un componente esencial del progreso, que por supuesto, permitiría impulsar a mayor velocidad y aceleración la economía, transitar hacia una economía formal e inclusiva con aplicación de un modelo de economía circular y/o naranja que propicien la gestión del conocimiento con acompañamiento de políticas concretas que disminuyan la informalidad y las barreras que afectan tanto a emprendedores como a empresas, considerando por ejemplo la disminución del IVA y otros para poder aliviar la carga fiscal, incentivando la inversión productiva con tasas de interés apropiadas complementadas por un asesoramiento técnico real e impulso de la educación financiera, propiciando sustentabilidad para la ética y la sostenibilidad que hacen al desarrollo humano – ambiental con equilibrio energético.
Las acciones planteadas con seguridad fortalecerán el tejido social y empresarial, promoviendo un entorno atractivo para el multiplicador de las inversiones con reducción de la informalidad y la economía sucia.
Por otra parte, la comunicación asertiva tiene que ser la herramienta fundamental para la gestión de la libertad en el sentido más amplio de lo planteado, impulsando el respeto y la cooperación en la diversidad, construyendo doctrina, compromiso e identidad múltiple.
El diálogo constructivo y el intercambio de ideas son esenciales para que las políticas económicas y sociales reflejen las necesidades reales de la población, más aún, cuando hemos iniciado la celebración del Bicentenario de la Libertad y el constructo de la República, rememorando que la gestión de un futuro con libertad y desarrollo, depende de la capacidad de sus ciudadanos para combinar la libertad con el compromiso social, determinando un modelo económico que reduzca las desigualdades, respete los derechos humanos y fomente una economía formal con asidero en el cultivo del pensamiento positivo, confianza mutua, el respeto por la diversidad y la búsqueda del bien común.
En este sentido, la libertad económica, acompañada de la comunicación asertiva, se convierte en un motor para generar cambios estructurales que beneficien a todos los bolivianos. Solo así podremos construir una sociedad donde el progreso no sea privilegio de unos pocos, sino un derecho compartido por todos.