Legado de amor y servicio: profesora Blanca Nieves Matilla Hurtado se jubila después de 38 años al servicio de la educación

Profesora con vocación de servicio recuerda ciclos importantes que vivió durante sus años de servicio y aporte a la formación de estudiantes con valores y responsabilidad

Legado de amor y servicio: profesora Blanca Nieves Matilla Hurtado se jubila después de 38 años al servicio de la educación

En el corazón de la educación boliviana, brilla una luz especial: Blanca Nieves Matilla Hurtado, nacida en el Carmen del Iténez, cerca al municipio de Huacaraje, Beni el año 1962, de raíces españolas y benianas que luego de 38 años al servicio en la formación de jóvenes estudiantes, se jubila a los 62 años a la actualidad.

 

“Son tantos años que he brindado y hemos visto los cambios, antes solo habían cursos hasta sexto de primaria, ahora ya hay todos los cursos. Fueron momentos inolvidables que me ha tocado vivir y estoy muy agradecida”, mencionó la maestra.

 

La formadora de estudiantes mencionó que le pudo ver salir a 16 promociones de principio a fin, destacó que el agradecimiento es mutuo y son recuerdos que nunca olvidará, al ver crecer y formarse como profesionales a sus alumnos.

 

“Me siento muy agradecida con toda la comunidad educativa, me despido con mucho cariño y desear que todo siga marchando como siempre ha caracterizado al colegio”, indicó la profesora Blanca.

 

Desde sus humildes comienzos en sus años de provincia como maestra en Guayaramerín, la profesora Blanca, comenzó en el colegio “Fé y Alegría” donde perduró 33 años educando y formando a estudiantes de Trinidad, para luego pasar en calidad de directora a la unidad educativa Pedro Ignacio Muiba, en la misma capital del Beni.

 

Blanca Nieves ha sido un faro de esperanza para generaciones de estudiantes. Su compromiso con los más necesitados han sido los pilares de su labor educativa, moldeando no solo mentes, sino también corazones que servirán a la sociedad.

 

 

Sus palabras resonarán por mucho tiempo en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerla. "Siempre el lema del Fe y Alegría se caracteriza por ese corazón mismo que nosotros llevamos hacia los necesitados", dijo Blanca Nieves, reflejando el compromiso profundo de la institución con la equidad y la justicia social.

 

A lo largo de los años, la profesora Blanca, ha acumulado una serie de anécdotas que ilustran tanto los desafíos como las alegrías de ser educador en Bolivia. Desde las travesuras de sus alumnos hasta los momentos emotivos de graduación, cada experiencia ha dejado una marca indeleble en su corazón.

 

 "Las renegaduras se convertían en algo bueno, porque también aprendimos bastante a través de todos esos cursos, de todos los talleres que nos daban", recuerda Blanca Nieves, refiriéndose a los desafíos que enfrentaba en su labor educativa.

 

Durante más de tres décadas en Fe y Alegría, una institución dedicada a brindar educación, Blanca Nieves ha sido testigo de las alegrías y los desafíos de la educación en Bolivia. Desde las reformas educativas hasta las demandas cambiantes de la sociedad. Estos mismos desafíos fueron abrazados con entusiasmo y determinación, pensando siempre en el bienestar de los estudiantes, mencionó la maestra.

 

“Recuerdo una anécdota que durante las reformas mis compañeras decían, yo no quiero más reformas, que yo no voy a salir, que ya no puedo más pero al final esas cosas se convertían en cosas positivas y aprendimos muchísimo, fue una innovación bonita”, recuerda con cariño la profesora.

 

LPB. Se menciona que los(as) maestras son los segundo padres del hogar, que consejo ¿Como ve la situación global entorno a los valores de la familia?

R. La comunicación debe de primar, es muy importante, nosotros hemos tratado de llevar adelante la solidaridad, el amor, el respeto, la fe, la sinceridad. Eso debe de venir de parte de todos los padres de familia, ahora a la actualidad dicen que falta la escuela de padres, pero sin embargo yo les digo que la escuela de padres se aprende en la casa.

 

LPB. ¿Qué es lo que faltaría en el hogar?

R. Le estamos dando mucha importancia y valor a las cosas materiales, nos estamos olvidando la parte más importante que es el amor propio y el respeto que debemos de tener ante la sociedad.

 

LPB. ¿Qué consejo le daría a los padres de familia?

R. El consejo que le doy a sus padres es que hablen con sus hijos, no solamente en nivel inicial, sino que hablen con sus hijos cuando estén jovencitos, ellos son los que más necesitan, ahora más que todo que se ven muchas rupturas familiares. Es muy triste ver a hijos pasando de mano en mano, con la abuelita, tíos, tías y demás que en muchos casos por falta de atención se van a la perdición.

 

Tiene que haber y primar el respeto entre el padre e hijo, no tienen que tutearse y decirse “vos”, se debe de conservar el respeto. A los padres que trabajan todo el día y dicen que no tienen tiempo, decirles que tienen que sacarse tiempo por que ellos trajeron a sus hijos a este mundo y tienen que darle amor, no es más allá que cuando ya se mueran. Educar para la vida es educar con el cimiento y llevando por la parte espiritual en el camino de Dios.

 

LPB. ¿Qué consejo le da a la a las maestras que están optando por esta noble profesión?

R. A las maestras, que estén entrando a la normal, decirles si entran que sea por vocación, por amor a los niños, por amor a los jóvenes, que no sea de ocasión, como se dice. Ahí tiene que haber mucha responsabilidad para estas nuevas generaciones. Yo aconsejo que se metan por vocación todos los que vayan a ser maestros.

 

Su jubilación marca el final de una era en la educación boliviana, pero su legado perdurará en las vidas de aquellos a quienes ha tocado con su sabiduría y su compasión.

 

Para las nuevas generaciones de educadores, Blanca Nieves ofrece palabras de inspiración y aliento. Su vida es un testimonio de que la enseñanza es mucho más que transmitir conocimientos; es un acto de amor y servicio que puede cambiar vidas y transformar comunidades enteras.

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