Lens: La Gobernación solo tiene aprobación de sus propios funcionarios en las páginas propias de la Gobernación
Carmelo Lens (CL) fue uno de los gobernadores con mayor aprobación y popularidad durante su gestión. Sus acciones durante la inundación del año 2014 le valieron el cariño de muchos sectores y regiones del Beni. Hoy, dedicado a la docencia universitaria, analizó la situación política y administrativa del Beni.
L.P. Usted, como exautoridad política, ¿cómo analiza la situación política del Beni? ¿Cómo estamos políticamente?
CL. Mal, completamente mal, no hay forma de que esté bien. Esto te lo dice Carmelo Lens desde mi percepción; cada ciudadano puede tener su propia percepción, que puede o no estar de acuerdo con la mía. Por ejemplo, vamos con la Gobernación: hace una especie de avalúo de todo lo que se ha invertido en estos 4 años. Pedí un informe a la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) sobre obras estructurales y significativas de la Gobernación. No hay ni una, al margen de la única estructura que es un puente que se ha hecho en Marbán (si no me equivoco); después, no hay nada. Es más, la Gobernación solo tiene aprobación de sus propios funcionarios en las páginas propias de la Gobernación, en actos absurdos. Lo mismo pasa en la Alcaldía.
L.P. Se dice que hoy la Gobernación tiene la mitad del presupuesto que usted manejó. ¿Es eso cierto? ¿No es cierto? ¿Cuál es la realidad?
CL. Si te vas a los números, es cierto. Basta con pedir el presupuesto de la Gobernación de 2024, que es de 290 millones, y pedir el de 2014, que era de 500 millones. Entonces, no, pues, el presupuesto es abismal si lo ves en macro. Pero, si lo ves en micro, me atrevo a decir que manejábamos la misma cantidad, la gente se va a sorprender, y te lo explico: nosotros recibíamos 500 millones y nos debitaban lo que les debitan hoy. Esos 500 millones quedaban en 400 millones; hoy, los 250 millones quedan en 230 millones. Hasta ahí seguimos igual. Pero lo que pasaba es que nosotros aplicábamos la ley, incluso modificamos una ley. Cuando nosotros entramos, había una ley del gobernador anterior que era 6/40, es decir, el 60% del presupuesto se quedaba en el Ejecutivo departamental y el resto se repartía entre las provincias. Nosotros entramos y modificamos eso estableciendo la ley del 50/50: el gobernador tenía que elegir el 50% del presupuesto para las obras de interés departamental y el otro 50% se distribuía entre los subgobernadores y corregidores. ¿Cómo se distribuían ellos el presupuesto? Había otra ley, la ley del 40-40-20, es decir, que se llevaban 20% por territorio, 40% por índice de pobreza y 40% por densidad poblacional. Entonces, nosotros nos quedábamos con la mitad del presupuesto. Sin embargo, ahora la totalidad del presupuesto está siendo manejada por el Ejecutivo departamental, y los subgobernadores se quejan porque no están recibiendo su 50%, incluso sus proyectos son manejados por el Ejecutivo departamental. Ahí sí ya podés decir que manejamos la misma cantidad de dinero, y ahí sí podés comparar gestiones. Nosotros hemos invertido en la terminal aeroportuaria de Riberalta, hemos construido canchas de pasto sintético, entregamos un pool de maquinarias para que la Subgobernación de la provincia Vaca Diez realice por ejecución directa sus obras. Nosotros también hicimos el terraplén que va de Puerto Siles para poder transitar la carretera de Guayaramerín-San Joaquín, porque era intransitable.
L.P. Estimado doctor, para cerrar, como última pregunta: ¿el 2025 vamos a tener cambio de gobierno o va a repetir el MAS?
CL. Eso está en la conciencia de los bolivianos, y creo que nosotros tenemos que ponernos la mano en el pecho y pensar en construir una Bolivia democrática y participativa, ver la unidad. Aquí te voy a decir: hablemos de la Gobernación y la Alcaldía de Trinidad. Nunca hemos tenido gestiones tan chicaneras como estas. Todo es juicio, por una cosa, por otra. No hay capacidad en los ejecutivos de resolver los problemas, y aparte de que no hay capacidad, tienen el tiempo suficiente para dedicarse a eso. Todos sabemos de nuestra realidad, nuestras autoridades, nosotros. La voluntad de la gente puede hacer que es
o cambie.