El esfuerzo económico de su familia valió la pena, regalando otra medalla al departamento de Beni y a la ciudad de Trinidad, llenando de orgullo a su comunidad.

Leonardo fue el único representante de su academia en la competencia, participando en la modalidad Kiorugui (combates) -19 kg. Su actuación destacó por disciplina, técnica y gran capacidad competitiva, demostrando que, pese a su corta edad, posee un nivel sobresaliente a nivel nacional.

El triunfo del joven atleta refleja también la dedicación de su entrenador Ignacio Mendieta y el acompañamiento constante de su familia, factores clave para su preparación y éxito.

Su victoria reafirma el prestigio del Beni en el taekwondo nacional y proyecta a este joven campeón como una promesa del deporte boliviano, inspirando a nuevas generaciones de atletas.