Además, el sector enfrenta dificultades debido a la falta de diésel y el mal estado de los caminos, los cuales en algunos casos deben ser mejorados por los mismos productores ante la desatención de las entidades responsables.

"La última lluvia fue muy torrencial, tenemos arroz prácticamente perdido, que está bajo el agua y ya no se va a poder cosechar. Estamos hablando de 5.000 hectáreas afectadas, lo que significa 1.000 camiones menos de transporte y 300.000 quintales que no se podrán comercializar", explicó a la Red Rubí.

El dirigente agrícola también alertó sobre los problemas en la transitabilidad, lo que complica aún más la cosecha y comercialización de los productos. "Los productores estamos arreglando los caminos municipales, departamentales y nacionales por nuestra cuenta, porque de lo contrario no podríamos sacar la cosecha", lamentó.

Otro factor que agrava la crisis es el suministro de diésel. Según Pérez, a pesar de haber solicitado cinco millones de litros de combustible para el sector, la entrega ha sido insuficiente.

"Hoy por hoy no hay ni un litro adicional. Los camiones tardan entre cuatro y cinco días en cargar diésel, y el tiempo no espera. Por eso estamos atravesando esta situación, agravada por la inclemencia del clima", expresó con preocupación.