Manuel Jesús Anderson Vargas El artista joven que irradia felicidad y amor con su talento

Manuel es un joven cuyo amor e inclinación artística se manifestó desde muy temprana edad, de hecho, este mismo espacio cultural ya había realizado una entrevista con él, hace 9 años atrás, cuando con 15 años, ya era un artista consagrado.

Manuel Jesús Anderson Vargas El artista joven que irradia felicidad y amor con su talento

Manuel Jesús Anderson Vargas, es un joven pintor y artista trinitario, cuyo talento y amor por el arte ha transcendido más allá de las fronteras y de los años, convirtiéndolo en uno de los artistas jóvenes más importantes del Beni en este momento.

Manuel es un joven cuyo amor e inclinación artística se manifestó desde muy temprana edad, de hecho, este mismo espacio cultural ya había realizado una entrevista con él, hace 9 años atrás, cuando con 15 años, ya era un artista consagrado.

Sus cuadros, son un conjunto de corrientes e influencias, que van desde el impresionismo al cubismo, pasando por Picasso, Dalí, Van Gogh; el joven trinitario demuestra una madurez artística impresionante, mostrando seguridad en su arte, amor en su talento, y alegría al saberse capaz de expresarse a través de un cuadro, un objeto, un marcador.

Manuel es un artista que construye desde la alegría y el amor, un amor profundo hacia sus padres, especialmente a su madre, con la que admite tener un vínculo que transciende el espacio, y los conecta espiritualmente.

Manuel, ahora con 24 años vive y estudia en Santa Cruz de la Sierra, eligió una carrera particular, odontología, de hecho, sueña con ser el especialista de todas las reinas de belleza del país, y espera que su arte también se manifieste en su profesión.

Manuel encontró una forma en que su arte puede llegar a más gente, y mediante la técnica de los marcadores no solo hace cuadros, sino tazas, y otros objetos que pueden ser fácilmente adquiridos por un mayor y más amplio público.

Los padres de Manuel, Thomas Anderson y Cinthia Vargas, lo apoyan en todo, son su pilar emocional y afectivo, y de hecho heredo esa vena artística, su padre, ingeniero de profesión, es sin duda alguna, una de las mejores voces de Trinidad.

El arte de Manuel sigue fluyendo, el es un ejemplo de cómo la felicidad y el amor, pueden construir seres humanos completos, y como a través del arte, podes irradiar ese amor y esa felicidad, a todas las personas que te rodean.

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