Trinidad/Daniela Mosqueira.- En la capital del Beni, encontramos a un artista cuyo taller es más que un lugar de trabajo: es un santuario de la cultura local. Con más de dos décadas de dedicación, el señor Fidel Burgos ha esculpido un legado de máscaras y esculturas que respiran vida y tradición.

Conversamos con Fidel Burgos sobre su oficio, y nos cuenta que su viaje hacia el tallado comenzó hace 20 años, motivado por la invitación de un amigo. Fidel nos confiesa que su mayor desafío fue elaborar su primera máscara, ya que le causó tristeza y alegría porque quería dar lo mejor de sí mismo. Desde entonces, ha construido un camino de aprendizaje y creación, enfrentando desafíos y perfeccionando su arte con cada máscara.

La madera es su lienzo, el cedro, bibosi y cosorio son sus herramientas. Con materiales locales y técnicas aprendidas, da forma a máscaras que representan la esencia misma del Beni. Desde el torito hasta el Achu, cada pieza es una expresión de identidad y arraigo.

Pero el camino del artesano no está exento de obstáculos. Fidel comentó que a veces es difícil conseguir los materiales, sobre todo la madera. Además, ofrece un consejo a los jóvenes artistas y emprendedores: valorar y honrar su propia cultura, cultivar un sentido de arraigo y orgullo por su tierra natal. Está abierto a consultas y colaboraciones, invitando a otros a unirse a él en su misión de preservar y promover la riqueza cultural del Beni.

Fidel invita a todos a visitar el taller en el Centro Artesanal Moxos y a llevarse consigo un pedazo de la cultura beniana. Sus máscaras, desde las más simples hasta las más adornadas, son accesibles para todos, un tesoro que celebra la riqueza cultural del Beni.