“El objetivo es brindar atención oportuna tanto a los residentes de las zonas afectadas como al personal que trabaja en la sofocación de incendios. Solo en esta semana, hemos atendido a más de medio millar de personas”, afirmó.

Con este nuevo refuerzo, ya son 66 las brigadas médicas activas en todo el departamento, contando con más de 100 profesionales de la salud, equipados con medicamentos esenciales como antiinflamatorios, antibióticos, colirios y analgésicos. Las brigadas se han constituido con especialistas en diversas áreas para atender las diferentes necesidades de la población afectada.

Atención médica en aumento. Hasta la fecha, las brigadas han realizado cerca de 500 atenciones médicas, destacándose un alto número de casos de enfermedades respiratorias, conjuntivitis y problemas musculares entre el personal de bomberos. Vargas Plaza enfatizó que, a pesar de la leve disminución en los índices de contaminación ambiental, el trabajo médico continuará intensificándose en el marco del Decreto Supremo N° 5219, que declara la emergencia nacional.

“Seguiremos avanzando con las atenciones médicas. El número de brigadas podrá ajustarse según la situación de cada municipio, manteniendo una coordinación estrecha con los Servicios Departamentales de Salud (SEDES)”, aseguró el coordinador.

Municipios afectados y medidas preventivas. Los municipios más afectados por la humareda incluyen Huacaraje, San Joaquín, San Andrés, Riberalta, Magdalena, Guayaramerín, Puerto Siles, Baures, San Ramón, Loreto, Trinidad, Exaltación y San Javier. En estos lugares, el personal médico ha desplegado un amplio operativo de atención domiciliaria, con especial énfasis en los grupos vulnerables como niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.

Vargas Plaza recomendó una serie de medidas preventivas para evitar complicaciones de salud relacionadas con la exposición al humo: mantener puertas y ventanas cerradas, usar purificadores de aire si es posible, llevar barbijos y gafas de sol en exteriores, evitar actividades físicas al aire libre, aumentar el consumo de líquidos y usar gotas o lágrimas artificiales para los ojos.

“La prevención es clave en estos momentos, especialmente para quienes forman parte de los grupos de riesgo. Seguiremos trabajando hasta garantizar que la población esté protegida de los efectos de los incendios,” concluyó Vargas Plaza.