Nino Raúl Suárez Loras, es actualmente profesor de Técnica Tecnológica de Producción, profesor de química, en el colegio Christa Mc Auliffe, pero además es músico de profesión y por último, pero no menos importante ingeniero petroquímico.

Suárez, es un hombre que ha llevado su amor por la música y su profesión a niveles pocas veces visto, fusionando en algún momento la ciencia con la música.

“Me interesa mucho la ciencia, me apasiona bastante, y quería fusionarla con algo que igual me apasiona, que es la música, entonces así fue como nació la idea de conectar la música científicamente, digamos, cómo es que afecta nuestros sentimientos, nuestras hormonas, nuestras regulaciones dentro de nuestro cuerpo de manera científica, porque yo sé que todos ustedes igual lo han experimentado, que escuchamos alguna música y siempre nos genera algo, a veces no somos conscientes de qué sentimiento nos está generando, pero sí nos genera algo, entonces, el buscar la razón, el por qué, y qué tipo de sentimientos genera qué tipo de canciones, esa era mi inquietud, lo que yo quería buscar y lo que plasmé en el artículo”, declaró Suárez.

Nino problematizó los sentimientos y el tipo de género musical que una persona escucha.

“Cuando hablamos de qué tipo de sentimiento nos genera la persona, ¿crees que la música destruye la actitud de la persona? Entonces, cuando hablamos de que eso afecta al sentimiento de la persona, por ejemplo, una persona que escucha metal, ¿crees que esas personas pueden llegar a tener quizás una actitud fría, una actitud un poco rudimentaria a la sociedad? Es muy probable que esas músicas como tal provoquen esa sensación, pero no siempre es así, y esa es la parte más mágica de la música, es que la música afecta a una persona de manera única según su situación y su contexto. Entonces, una música, por ejemplo, que sea heavy metal como tal, si bien a ti tal vez te puede generar desagrado, tal vez a esa persona le genere cierta paz, no sé, tranquilidad, el escuchar ese tipo de canciones como tal. Interesante, interesante, bueno, pasa a veces que, si escuchas música triste, te pones más triste”, declaró.

El profesor de química del “Christa”, logró plasmar todos estos argumentos en un artículo que reproducimos a continuación.

LA INTERCONEXIÓN ENTRE LA MÚSICA, LAS HORMONAS Y LOS SENTIMIENTOS

¿Cómo es posible que un grupo de sonidos que emanan de nuestro celular, la radio o algún parlante afecte nuestras emociones? Desde la alegría hasta la melancolía, la música puede evocar una amplia gama de sentimientos en los oyentes. Además, estudios recientes han demostrado que la música puede tener un impacto directo en la química del cerebro humano, afectando la liberación de hormonas que regulan el estado de ánimo y las emociones. En este artículo, exploramos cómo la música puede desencadenar respuestas hormonales y emocionales en el cuerpo humano, examinando la investigación actual sobre esta fascinante interconexión. Antes de adentrarnos de lleno en el tema, debemos comprender conceptos básicos como que es la música, que son las hormonas y que son los sentimientos.

Empecemos por el concepto más sencillo, ¿Qué es la música? La música es arte compuestas por sonidos muy bien organizados, científicamente los sonidos son vibraciones que viajan por el aire y al ingresan por el oído se convierten en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar.

Cuando la música ingresa al cerebro ataca a ciertos lugares del cerebro, como ser el sistema límbico, que está involucrado en la emoción y la memoria, y el núcleo accumbens, que es parte del sistema de recompensa del cerebro y está asociado con la liberación de dopamina, una hormona que nos hace sentir placer y bienestar (Levin, 2006).

Ahora definamos que son las hormonas, estos son mensajeros químicos del cuerpo que viajan por nuestra sangre hacia los tejidos y órganos. Estos mensajeros son lo encargados de que tengamos ciertas reacciones según el momento que vivamos, por ejemplo, cuando vemos a la persona que nos gusta nos podemos sonrojar o cuando ganamos algún premio nos llenamos de euforia, incluso cuando detectamos que estamos en peligro, las hormonas son las encargadas de que reaccionemos para protegernos y salir del peligro. A su vez los sentimientos son estados de ánimo productos de las hormonas, como el amor, el miedo o el odio. Lo que resulta interesante es que nuestro cerebro al controlar las respuestas hormonales que generan sentimientos, puede ser afectadas directamente por la música que escuchamos. Así, lo que comienza como un simple estímulo auditivo puede evolucionar en una experiencia emocional profunda al combinarse con nuestras memorias y experiencias personales.

Veamos algunos ejemplos de la influencia de la música con nuestras hormonas, la música alegre y enérgica ha sido asociada con un aumento en la producción de dopamina, una hormona relacionada con el placer y la recompensa. Por otro lado, la música tranquila y relajante puede estimular la liberación de hormonas como la serotonina y la melatonina, que están involucradas en la regulación del estado de ánimo y el sueño. Estas respuestas hormonales pueden explicar por qué ciertos tipos de música nos hacen sentir felices, emocionados, relajados o nostálgicos.

Es importante tener en cuenta que las respuestas a la música pueden variar considerablemente de una persona a otra, y esto puede estar influenciado por una variedad de factores, incluida la historia personal, las preferencias musicales y las experiencias de vida. Por ejemplo, una canción que evoca sentimientos de alegría en una persona puede provocar tristeza en otra, dependiendo de sus asociaciones personales con la música y su estado emocional en ese momento. Esta individualidad en las respuestas a la música subraya la complejidad de la interacción entre la música, las hormonas y los sentimientos.

Para concluir debemos entender que la música es una forma de arte universal que tiene el poder de afectar profundamente nuestras emociones. La música puede evocar recuerdos y sentimientos pasados al activar ciertas áreas cerebrales provocando la liberación de hormonas es lo que nos permite experimentar emociones al escuchar música modulando nuestro estado de ánimo de manera significativa. Podemos influenciar en nuestros estados de ánimo si somos conscientes de que canciones provocan ciertos sentimientos, por ejemplo, si estoy enojado puedo escuchar Paramore para liberar todo ese enojo, o si estoy triste puedo escuchar Adele para llorar con tranquilidad y luego sentirme mejor. Al conocer mejor estos aspectos de nuestra vida la podemos mejorar en muchos niveles de manera que podamos no controlar, si no gestionar de una mejor manera nuestros sentimientos. La música es arte, la música bella, la música nos ayuda a sanar el alma.