El norte del Beni sufre la incidencia de casos de malaria como consecuencia del retorno de miles de trabajadores zafreros de la castaña, informó el lunes el responsable departamental del programa Malaria, Jesús Aníbal Parrado.

“En esta época del año es cuando solemos tener la incidencia más alta por el hecho de que la gente empieza a retornar de la zafra de almendra, que es el lugar donde tenemos mucho más problema de malaria y otras enfermedades vectoriales tropicales”, indicó.

La recolección de esa fruta amazónica en los bosques se realiza entre los meses de octubre y noviembre para regresar a sus viviendas en este periodo del año.

En lo que va de este año se tiene 1.484 casos en todo el Beni, de los cuales Riberalta registra 1.247, Guayaramerín 130, en las poblaciones de la provincia Ballivián 107 porque colinda con Riberalta.

Además, se tiene que tomar en cuenta que Riberalta, capital de la provincia Vaca Díez, es el municipio que tiene más casos de malaria a nivel departamental debido a que mucha gente emigra a la zafra, también el ordenamiento territorial es otro factor porque ha crecido mucho, es decir hay nuevas zonas.

“Hay nuevos asentamientos donde la gente va y hace su casita de madera, o de chuchío, o simplemente coloca una carpa, por tanto no se protege de la transmisión del mosquito   anófeles”, dijo.

Las familias que contraen esa enfermedad viven cerca de arroyos dónde está ese vector que provoca serios problemas de salud en la zona endémica del departamento.

El galeno, informó que en los municipios de Reyes y Santa Rosa (Ballivián) se tiene manchas de castaña donde la gente va trabajar  en la recolección de la almendra.

Expresó sus dudas con relación a que es posible que el mosquito se exacerbe más y transmita la enfermedad ese tiempo, por la presencia de humanos, o por la resina del árbol de la castaña.

Aseguró que los técnicos permanentemente hacen el control y vigilancia epidemiológica, por eso en la comunidad Australia del municipio de Santa Rosa se detectó aumento de casos, lo que motivó la intervención de personal de Riberalta para contener la enfermedad.

Aclaró que no se trata de una explosión epidémica, sino que los casos aumentaron por el regreso de los zafreros, por lo que se mantendrá la vigilancia activa para intervenir cuando sea necesario.

Los síntomas de la malaria incluyen fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza. En ciertos casos, puede producir ictericia, defectos de la coagulación sanguínea, shock, insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso central y coma.