“No existe una ley municipal, que fija el precio de la carne en 35 bolivianos, pero como lo habíamos anticipado y lo veníamos mencionando, no hay carne, estamos aquí en la zona de los friales en el mercado principal”, explicó Vásquez.

Durante el recorrido, un ciudadano denunció que los frialeros establecen los precios a su conveniencia, sin respetar el monto fijado por la Alcaldía. Según su testimonio, el costo de Bs. 35 es solo una referencia, pero en la práctica los comerciantes lo ignoran. 

Al final de la inspección, se evidenció que en un frial se comercializaba carne de segunda a Bs. 40 el kilo, lo que confirma que el precio establecido no se está cumpliendo. Esta situación genera preocupación entre los consumidores, quienes exigen control y regulación efectiva. 

Las autoridades locales aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre estas irregularidades. Se espera que ODECO tome medidas para garantizar que los precios sean respetados en beneficio de la población.