El hombre, quien está en recuperación de múltiples cirugías, expresó que no tiene con quién dejar a sus hijos mientras trabaja. "Desde que su madre falleció, siempre hemos salido juntos. No puedo dejarlos solos. Salimos a trabajar y siempre estoy cuidándolos", afirmó, destacando que su prioridad es la seguridad de sus hijos.

Aunque manifestó que su intención no es perjudicar a los menores, explicó que el trabajo conjunto responde a la necesidad de mantener a la familia. “Solo quiero enseñarles valores como el trabajo honesto. En mi época crecimos trabajando en los mercados, y salimos adelante”, añadió con la voz quebrada.

El padre que se presentó en la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, admitió que su rutina diaria incluye la compañía de sus hijos, quienes le ayudan a vender productos en la calle. Sin embargo, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia recordó que la Ley 548, que prohíbe la explotación laboral infantil, establece sanciones claras para quienes permitan o promuevan el trabajo de menores en condiciones inadecuadas para su edad.