Acompañados de repiques de campana y con el baile de los Macheteros en el ingreso del Templo Misional, el 16 de diciembre inició la preparación para el nacimiento del Niño Jesús, que concluye el 24 a las 12 de la medianoche.

El párroco, Fabio Garbari, luego de resaltar el trabajo del Gran Cabildo Indígena, llamó a acompañar a María y José en el caminar de la búsqueda de la posada donde nacerá Jesús.

"El llamado en esta novena es que debemos animarnos con su presencia de Dios, no buscarlo arriba, sino abajo; lo buscamos en los poderosos y está a nuestro lado, lo buscamos en las grandes cosas y está en lo pequeño, en lo sencillo", manifestó.

Agregó, "este año redescubramos de pie a un Niño pequeño, humilde y sencillo que nació en un pesebre, rodeado de ovejas y de gente humilde y sencilla como los pastores".

En Mojos, el inicio del tiempo de Adviento, la celebración de la novena y la celebración de la Navidad, es el comienzo de un nuevo ciclo en el calendario católico de profunda religiosidad y fe.

Para Garbari existe una enseñanza y una teología mojeña.

"En Mojos, de acuerdo a la sabiduría y teología mojeña, Jesús nace con su cruz, lo que nos enseña toda esa sencillez y humildad, pero con mucho amor por la humanidad", dijo.

Para el inicio de la novena, el Gran Cabildo Indígena adornó el templo misional con los capipiles (arcos adornados con telas y cintas multicolores), el altar donde nacerá Jesús con la imagen de José María y el burro.