Redacción Central/la-razón.com.- La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), a través de un comunicado, pidió al Gobierno que la convoque para hacer conocer su posición sobre el incremento salarial para este año, y considera que la demanda de la Central Obrera Boliviana (COB) es insostenible.

Señala que, al igual que recibió a los dirigentes de la COB, el Gobierno le debe un trato igualitario al sector del empresariado privado, y en cumplimiento del Convenio 131 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que instruye la consulta exhaustiva e igualitaria a los trabajadores y a los empleadores antes de definir el salario mínimo nacional.

 “Luego de que este requisito ya se cumplió con la COB, solicitamos formalmente a las autoridades del Gobierno se nos brinde un espacio similar para expresar nuestra posición sobre este tema”, se lee en el documento de la CEPB.

El 22 de febrero, la dirigencia de la COB presentó el pliego petitorio de los trabajadores para este año; y planteó un aumento salarial del 8% al mínimo nacional y 7% al salario básico.

Rechazo. La Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb) hizo conocer su preocupación por la pretensión de alza salarial planteada por la dirigencia de los trabajadores y consideró que está “muy por encima de la realidad económica del país”.

En marzo, los empresarios privados de Santa Cruz y de Cochabamba también hicieron conocer su reclamo por la pretensión de alza salarial de la COB y pidieron un diálogo tripartito.

En tanto, los industriales del país solicitaron congelar el incremento salarial esta gestión para evitar mayor inflación y una recesión económica en las empresas y el país.

“Acogemos y respaldamos los planteamientos de diversos sectores empresariales, tanto nacionales como departamentales que, en las últimas semanas, han propuesto públicamente alternativas justificadas para responder a la demanda de incremento salarial”, añade el comunicado.

La CEPB pide al Gobierno evaluar las propuestas de los sectores empresariales porque sus condiciones actuales “reflejan la realidad compleja y difícil que viven las empresas en la actualidad, y debieran ser consideradas antes de decidir cualquier incremento”.