En un caso que conmocionó a Riberalta, Beni, un hombre fue acusado injustamente de violar a una niña de 10 años que dio a luz en 2022. Tras su detención, el acusado solicitó una prueba de paternidad, la cual arrojó un resultado negativo. Sin embargo, la responsabilidad recayó sobre el padrastro de la menor, quien fue condenado a 30 años de prisión.

La historia comenzó cuando vecinos denunciaron que la niña tenía un vientre más grande de lo normal. Las autoridades policiales intervinieron y descubrieron que la menor estaba embarazada. La madre y el padrastro acusaron a un hombre de ser el violador, pero ocho meses después, la Justicia determinó que el verdadero culpable era el padrastro, quien en ese momento era policía.

“Me hice hacer la prueba de ADN, y la prueba de ADN salió negativa, yo no soy el padre del bebé”, narró.

El joven acusado de violación relató el calvario que vivió durante los ocho meses en prisión. Ahora, tras ser absuelto del delito, exige que se limpie su nombre y busca resarcimiento por el daño sufrido. En una entrevista con el programa “Que No Me Pierda” (QNMP), el hombre declaró su inocencia y pidió que se haga justicia. Además, señaló que el verdadero agresor es un expolicía y padrastro de la menor, quien ya está tras las rejas.

“Quiero que limpien mi nombre de todo lo que me han acusado a mí, injustamente estuve detenido ocho meses, pido a las autoridades justicia, que me paguen resarcimiento por todo lo que me han hecho”, relató afectado.

Finalmente, el joven subrayó “Quiero que se haga justicia, que me paguen daños y perjuicio por todo lo que he sufrido durante este proceso injustamente, ocho meses yo viví en la cárcel, que la metan presa a la señora porque fue la que me denunció a mí”.