¿Qué personalidades pudieron ser declarados Tesoro Humano Viviente y el Consejo lo impidió?
Cada día que pasa, la cultura trinitaria recibe un golpe duro. La Ley del Tesoro Humano Viviente, diseñada para rendir homenaje en vida a los gestores culturales y artistas locales, fue frenada y duerme el sueño de los justos por la no aprobación y la obstrucción del Concejo Municipal.

Sin su aprobación, Trinidad ha perdido la oportunidad de rendir tributo en vida a personalidades de la talla de Alberto “Chiqui” Munguía, Jorge “Chingolo” Hurtado o Hernán Cortez Korner, quienes fallecieron en los últimos años.
Mientras que otras grandes personalidades que pueden ser declaradas “Tesoro Humano Viviente” destacan Selva Libertad Velarde, Yuli Natusch, Eduardo Velasco, Lisandro Peñarrieta, Fidel Silva, José Chavez, José Orlando Monasterio, Argentina Antúnez, Rosario Villarroel Santa Cruz, Daniel Bogado, Bolívar Carvalho, Hugo Padilla, Didier Rousseau, entre otros, figuras cuya obra han trascendido generaciones y que merecen el reconocimiento de su pueblo.
Esta normativa busca reconocer oficialmente a gestores culturales y artistas que han transformado y enriquecido la identidad cultural de la ciudad, además de catalogar y preservar la memoria de aquellos que, en tiempos pasados, dejaron huella imborrable en la historia artística de Trinidad.
La indignación se mezcla con la tristeza de que no exista este cambio que transforme la cultura en Trinidad, debido a que se trata de proteger el legado de quienes con su arte han tejido el alma de esta ciudad mediante esta ley. Cada día que se retrasa esta aprobación es un día más en el que Trinidad deja de abrazar a sus propios héroes culturales.
La ciudadanía y el sector artístico coinciden en que el Legislativo local deje de poner barreras y cumpla con su deber de proteger y enaltecer el patrimonio humano de la ciudad.