“Están haciendo un daño irreparable a la naturaleza, al medio ambiente, a la biodiversidad y lo más grave, ahora, con la presencia de la humareda, van a empezar a afectar a la vida humana, porque de aquí en adelante las afecciones a la salud se volverán crónicas, no solo afecta a las actividades sino tiene un costo adicional a la salud”, advirtió.

Los efectos y costos afectarán a la economía de la población y los distintos niveles del Estado, porque las atenciones médicas por la contaminación deberán ser asumidas por las familias, municipios, gobernaciones y el Gobierno nacional, consideró.

Calvimontes remarcó que la humareda que se percibe en Pando, Beni y en otras áreas del país proviene fundamentalmente de los incendios en Brasil y parte de la Chiquitania boliviana.