Distintas instituciones del Beni recordaron el viernes los 89 años del cese al fuego en la guerra que libraron Bolivia y Paraguay, entre 1932 y 1935, por la disputa en torno al dominio del Chaco Boreal.

El representante de los descendientes de esa contienda, Jorge Germán Rioja, dijo que las armas dejaron de disparar al medio día del 14 de junio de 1935, los combatientes abandonaron sus trincheras y se abrazaron tras sangrientos enfrentamientos.

Mencionó a Berta Barberí que vistió el uniforme militar para acompañar a su esposo mientras combatía, mientras que Rosa Aponte desbarató una red de espionaje paraguaya en el país.

El comandante de la guarnición militar de Trinidad, contralmirante Oscar Jaime Vaca, dijo que en esa cruenta guerra se enfrentaron dos pueblos hermanos en una lucha fratricida por el lapso de tres años, el resultado fue cerca de 100.000 bolivianos y paraguayos fallecidos, y la economía de dos pueblos devastada.

Sin embargo un 14 de junio del año 1935, la ciudad de Villa Montes, fue testigo fiel de la materialización del cese de hostilidades.

“Años de intenso sufrimiento, luto y sangre fueron dejados de lado, el respeto y la admiración afloraron en ambos países y no podía ser de otra manera, la guerra que costó la vida de miles de jóvenes, de seguro lo mejor y más representativo de sus pueblos”, manifestó.

Ese momento culminante, permitió iniciar y fortalecer en definitiva, los vínculos de una franca y noble amistad entre dos pueblos hermanos; vínculos que de manera sostenida y progresiva, alcanzaron y alcanzan hoy, su complementariedad y acrecentamiento con diferentes medidas a nivel de Estado.

“Hoy con el sentimiento más profundo de admiración y gratitud, rendimos nuestro más fervoroso homenaje a todos los heroicos combatientes que defendieron la heredad nacional, a quienes derramaron su sangre en el candente campo de batalla, finalmente a quienes ofrendaron su vida en el anonimato”, expresó durante el acto en la plaza de Los Héroes.