La crecida del agua ha inundado viviendas y cultivos, dejando a varias comunidades en situación de emergencia. 

“Sí, justamente, de acuerdo a la competencia y a los roles que tenemos, de los planes de contingencia y de acción, justamente, y adoptando todos los recursos en la parte del municipio, hacemos la intervención primaria inicial con reporte inmediato”, explicó el titular de la UGR.

Zabala explicó que las zonas más afectadas corresponden a barrios y comunidades ribereñas, donde el nivel del agua ha provocado evacuaciones y daños en infraestructuras. Equipos de emergencia han sido desplegados para asistir a las familias damnificadas y proporcionar ayuda humanitaria. 

El municipio ha solicitado apoyo a autoridades departamentales y nacionales para garantizar la entrega de alimentos, medicamentos y albergues temporales. Además, se están evaluando medidas para mitigar los efectos de futuras inundaciones y reforzar la seguridad en las áreas vulnerables. 

Las familias afectadas han expresado su preocupación por la pérdida de cultivos y animales, lo que agrava la crisis en la región. Mientras tanto, se mantiene el monitoreo constante del nivel del río Mamoré ante el riesgo de nuevas crecidas que puedan agravar la situación.