Richter anuncia que renunciará a la vocería de la Presidencia en los próximos días
El fin de semana publicó una columna de opinión en Unitel.bo en la cual se refirió a una posible crisis y deslizaba su alejamiento del Gobierno. Este lunes, anunció que renunciará al cargo
El vocero de la Presidencia, Jorge Richter, anunció la mañana de este lunes que renunciará al cargo en los próximos días.
El fin de semana publicó una columna de opinión en Unitel.bo titulada “Antes del fin” en la cual se refirió a una posible crisis y deslizaba su alejamiento del Gobierno.
“Esto seguramente en los días que viene de este mes se va a formalizar como usted señala, porque yo encuentro que ya el tiempo de mi estancia allí es suficiente”, informó a la red UNITEL el todavía vocero Presidencial
En el texto publicado el fin de semana, Richter señala: “De forma solapada se gobierna, desde hace tantas décadas, con un marcado desinterés del sentir diario de la sociedad”.
En ese marco, desliza que “cuando todo resuena a crisis es el momento de andar y caminar entre la gente”.
Asimismo, hace referencia -sin mencionar nombres- a la presencia de “grupos de adulones” que “cercan” a los tomadores de decisiones, los desconectan de la realidad y los mantienen “anestesiados”.
“Hoy de lo aprendido en este discurrir de los últimos tres años y medio de mi vida, tengo intención de marcar, públicamente, algunas conclusiones iniciales para ayudar aún, a que se comprenda la importancia de disociar lo profundo de lo superficial”, escribió.
Luego cita en el punto dos de esa enumeración: “Los grupos de adulones tienen una rareza que los caracteriza: son extraordinariamente rápidos para florecer y su velocidad es absolutamente proporcional al daño que producen. Cercan a los decisores, los desconectan de la realidad y los mantienen anestesiados mientras ellos estrujan su espacio de poder. Entonces acá la reflexión, cuando todo resuena a crisis, a dificultades que no desaparecen, a complejidad y sensaciones de fracaso, es el momento de andar y caminar entre la gente, lejos de los comensales de la mesa chica. Pegarse al hombre y mujer de la calle, hablar con algún jubilado, conversar con los jóvenes, mirar los rostros de aquellos que si no entienden qué pasa sí viven lo que sucede. Si quieres encontrarte no te separes de la gente, podría aconsejar. Hasta tal vez, como dicen, incluso te es permitido alejarte de los libros circunstancialmente, pero no te pierdas de la mujer que subsiste y del hombre que llega a casa con las manos vacías después de buscar trabajo. Observa y pregúntate el porqué de la angustia en los ojos de la gente”.