Este 18 de noviembre es un día de júbilo y orgullo para todos nosotros, ya que conmemoramos el 182° aniversario de la creación del departamento de Beni. Una tierra que no solo es rica en recursos naturales, sino también, y sobre todo, en su invaluable capital humano.

Beni es un ejemplo vivo de la diversidad cultural y natural que hace grande a Bolivia. Desde sus vastos llanos, ríos caudalosos y biodiversidad incomparable, hasta las tradiciones y costumbres que sus pueblos han sabido preservar a lo largo de los siglos, esta tierra es un tesoro de nuestro país.

A lo largo de su historia, Beni ha sido cuna de hombres y mujeres visionarios que han trabajado incansablemente por el progreso de su región y la unidad de Bolivia. Recordemos, por ejemplo, a los pioneros que exploraron y asentaron rutas fluviales, facilitando la conexión entre pueblos, y a quienes han luchado por preservar el medio ambiente, defendiendo nuestra Amazonía para las futuras generaciones.

En el ámbito cultural, el Beni nos ha regalado una riqueza de expresiones artísticas y folklóricas únicas, como la música de las pampas y las danzas tradicionales que nos enorgullecen a nivel nacional e internacional. Cada una de estas manifestaciones es un reflejo del espíritu resiliente, creativo y festivo de su gente.

Hoy no solo celebramos la fecha de su fundación, sino también los logros alcanzados gracias al trabajo colectivo de su población. Desde sus valientes ganaderos y agricultores, que sostienen gran parte de la economía del país, hasta los jóvenes que, con su talento y esfuerzo, aseguran un futuro prometedor para esta región.

Sin embargo, también es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos. Es nuestra responsabilidad, como bolivianos y benianos, continuar trabajando juntos por un Beni más próspero, justo y sostenible.

En este 182° aniversario, renovemos nuestro compromiso con esta tierra que nos da tanto. Celebremos sus logros, valoremos a su gente y sigamos construyendo un Beni fuerte y unido.

¡Felicidades, Beni! ¡Que sigas siendo luz y esperanza en el corazón de Bolivia!

Muchas gracias.