El Santo Cristo, una icónica representación religiosa que ha sido objeto de una cuidadosa restauración, será devuelto a su lugar en el Templo Misional de San Ignacio de Moxos este miércoles 20 de marzo a las 7:30 de la mañana. Este emotivo evento será llevado a cabo por los Santos Varones, el Coro Musical y Las Abadesas, en un acto de fe, oración profunda y cantos religiosos.

Tras 60 días de arduo y delicado trabajo, bajo la dirección de la restauradora mojeña Judith León Bravo, el Santo Cristo ha sido completamente restaurado. Este proceso ha contado con la colaboración de voluntarios, algunos de los cuales han permanecido desde el inicio hasta el final de la restauración.

La restauración del Santo Cristo coincide con la inauguración del foro "Ichapakene Piesta: Legado Indígena Mojeño Reconocido y protegido por la UNESCO", organizado por la Parroquia y el Museo Etnohistórico para el mismo día.

Los mojeños, encabezados por figuras como don Ramón Mayuco Émata, Greny Nuni Sucubono, Edgardo Pacema Viri, Juan Caity Yujo y Bartolo Vela Noza, han desempeñado un papel crucial en la restauración, ayudando a devolver el color y la textura originales al Crucificado.

El proceso de restauración, que comenzó el 20 de enero, implicó la eliminación de las capas de pintura añadidas a lo largo de los años, revelando el material original. Una vez completada esta fase, se repararon las piezas dañadas y se devolvió la estructura original antes de proceder al pintado.

La restauradora Judith León Bravo destaca la maestría artística del trabajo realizado y la expresión de sufrimiento plasmada en el rostro del Santo Cristo, calificándolo como extraordinario.

La imagen del Santo Cristo, completamente tallada en madera y ensamblada por piezas, forma parte integral de la restauración del Templo Misional. Según registros parroquiales, la imagen fue inventariada en el año 1793.

La restauración del Templo Misional de San Ignacio se ha llevado a cabo en varias etapas a lo largo de los años, con el padre Enrique Jordá iniciando la primera fase en la década de 1990 y continuando con trabajos de tallado, policromado y ornamentación hasta la actualidad.

El párroco Fabio Garbari especula sobre el origen del Santo Cristo, sugiriendo que podría haber sido traído de Ichasi Awasare (pueblo viejo), donde se cree que Antonio Orellana rezó a los pies del Crucificado, continuando así una tradición que ha perdurado por más de 15 generaciones.

El evento del 20 de marzo marcará el regreso del Santo Cristo a su lugar, totalmente restaurado, y será coronado con un fino tallado barroco mojeño realizado por el maestro Eloy Teco. Fuente: Mojosconecta