El venerado Arcángel San Miguel, reconocido como el guardián espiritual de San Ignacio de Moxos, ha comenzado un minucioso proceso de restauración, convirtiéndose así en la segunda imagen del Templo Misional en someterse a esta etapa de renovación.

A lo largo de los años, mientras velaba por la comunidad ignaciana, San Miguel sufrió el embate del clima, la exposición al sol, la lluvia y hasta la infestación de termitas, lo que provocó diversos deterioros que requieren atención inmediata.

Según información recabada de los miembros del Gran Cabildo Indigenal, la imagen, que porta una espada y una balanza simbolizando guerra y justicia, solía resguardarse en una pequeña gruta donde ahora se erige el campanario. Tras la restauración del Templo Misional, fue reubicada junto al acceso a la Casa Parroquial y, finalmente, en el interior del templo junto al Santo Cristo, que fue la primera figura restaurada.

El párroco de Mojos, Fabio Garbari, destacó la importancia de San Miguel en la fe del pueblo ignaciano: "El Arcángel San Miguel ha sido el custodio de nuestra fe y ahora, al iniciar su restauración, queremos que continúe velando por nosotros".

La imagen, de 1,60 metros de altura y parte del inventario parroquial desde 1797, es una de las destacadas en las festividades del calendario católico.

Por su parte, la restauradora Judith León Bravo, reveló que la imagen ha sufrido un notable deterioro, aunque su rostro se mantiene intacto. "Tras una evaluación exhaustiva, encontramos que gran parte del cuerpo está afectado por la acción de las termitas. La restauración llevará tiempo, pero nos comprometemos a devolverle su esplendor original".

León añadió: "Aunque el rostro se encuentra en buen estado, hemos removido varias capas de pintura que se acumularon a lo largo del tiempo. La imagen, hecha completamente de madera en diferentes piezas y tamaños, ha sido objeto de restauraciones parciales inadecuadas a lo largo de los años".

Fuente y Datos: Mojosconecta.