"Estamos en este momento en reunión de emergencia con el directorio, analizando la situación tanto por la inclemencia del tiempo, la extrema sequía, como también en cuanto a la producción", declaró. "La producción ha disminuido un 60%, entonces esto nos preocupa, y estamos hablando porque también todo ha subido: los insumos, los medicamentos veterinarios".

Eggers explicó que la disminución en la producción ha sido drástica: "Nosotros teníamos nuestro pico de producción que llegaba a 18 mil litros; ahora estamos produciendo alrededor de 7 mil litros y la tendencia es a la baja".

La situación se agrava por el aumento en los costos de insumos y medicamentos, que han subido alrededor de un 50%.

"Compramos un insumo por 320 bolivianos, ahora estamos pagando cerca de 600 bolivianos", ejemplificó Eggers. "Creemos que es correcto que la leche también tenga que ajustar su precio. Pensamos que ya debe costar 4 bolivianos con 50 centavos en la industria".

Además, el desabastecimiento de combustible agrava la crisis. "Hay que bombear los pozos para poder abastecerlos con agua y esto nos perjudica grandemente porque el combustible no se consigue; tenemos que comprarlo por afuera, la gasolina hasta 10 bolivianos", comentó.

Los incendios y la contaminación de los pozos de agua también complican la situación. "Cuando hay sequía, esa pajita media seca es lo que va quedando, el ganado lo come y algo se mantiene, pero tenemos que ayudar con comida, entonces todo se ha subido", señaló. "Nuestros pozos de agua se van contaminando por el mismo lodo, el mismo consumo de agua, el ganado, y las aguas van mermando, lo que provoca enfermedades en el ganado".

Finalmente, Egers destacó la gravedad de la situación: "La situación es crítica para el sector productivo lechero", concluyó.