Negrete viajó la noche del viernes junto a otros cinco deportistas que conforman la delegación boliviana. Sin embargo, otros tenimesistas benianos no pudieron asistir debido a dificultades económicas.

Con gran ilusión y compromiso, Amiel busca dejar en alto el nombre de Bolivia y retornar con una medalla. Su madre, Andrea Melgar, realizó múltiples esfuerzos para conseguir apoyo y hacer posible su participación en el torneo internacional.

La joven atleta se preparó intensamente en su natal Riberalta y posteriormente en Cochabamba, donde cumplió una semana de concentración con la selección nacional. Su talento y dedicación la han llevado a ser medallista en torneos nacionales, consolidándola como una de las promesas del tenis de mesa boliviano.