“Un capitán me exigió que borre las imágenes… y le dije que no las borraré. Le reclamé el derecho de periodista…”, relató Pérez a la Unidad de Monitoreo

de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) que representa a los principales diarios de Bolivia.

Pérez es un periodista con ocho años de experiencia que escribe y graba reportes audiovisuales para diversos medios, y trabajó en las radios Fides, Láser, el diario digital Urgentebo, la revista Oxígeno, y en el periódico Página Siete, cerrado en junio de 2023.

Tras el rechazo a las presiones y hostigamiento del oficial de policía, fue conducido ante un coronel que lo acusó de “faltamiento a la autoridad” e insistió con una revisión de datos del periodista para verificar si tenía antecedentes por “terrorismo”.

Pérez fue llevado desde el Banco Central hasta las oficinas de conciliación de la Policía, y por intervención de representantes y abogados de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) fue liberado.

Los policías que lo mantuvieron retenido en una oficina policial presionaron para la firma de un documento, pero Pérez rechazó el atropello. ”Querían intimidarme”, dijo el reportero que posee conocimiento de los procedimientos que deben aplicarse en estas circunstancias.

En un comunicado, el Comando General de la Policía Boliviana afirma que no se registró una “privación de libertad o abuso de ningún tipo, ya que se respetó los derechos de la persona pese a su reacción contra los policías y no encontrarse con la identificación de periodista”.