La Gran Caravana se concentró en el final 6 de agosto, a la altura de la facultad de Post Grado de la Universidad Autónoma del Beni (UAB), luego siguiendo la misma circunvalación, llegó al monumento de Pedro Ignacio Muiba, en la avenida del mismo nombre, para luego llegar a la plaza principal de la ciudad, y seguir recto por la avenida Cipriano Barace, y llegar al monumento coloquialmente conocido como “La Vaca y el Toro”.

De ahí, la caravana avanzó por la circunvalación hasta el coliseo Trinidad, entró a la avenida Japón, llegó hasta la avenida Roger Becerra, conocida como “Cambodromo”, para finalmente llegar hasta el monumento a La Paraba, donde un imponente escenario, fue el lugar donde se dieron discursos, canticos, oraciones, etc.

“Dios dijo que iba a bendecir tu familia, nuestras familias, y hoy levantamos el compromiso, como padres de ser defensores de valores, y principios cristianos, levantamos señor delante de ti ese compromiso, para pelear por nuestras familias, para ser defensores de niños y jóvenes, y que esos principios se extiendan por todo lado, en colegios, en universidades, que se levanten leyes para guardar la familia”, declaró en un discurso efusivo, una de las ponentes de la tarde.

La alegría inundo toda la actividad, las banderas, bailes, muchos jóvenes disfrutando de una sana manifestación de su fe, viviendo con alegría y emoción la re afirmación de su creencia incondicional en Jesucristo, hijo de Dios y según la biblia, salvador de la humanidad.

La Gran Caravana, fue la forma en la que los hombres y mujeres de fede nuestra ciudad, consagraron la familia bajo la protección de Dios, pidiendo en un ejercicio masivo de fe, que el creador bendiga las familias de Trinidad y del Beni y del país.

“Padre gracias, sea bendita cada familia en Trinidad, cada familia en Bolivia, bendecimos las familias en el nombre poderoso de Cristo Jesús”, concluyó su oración, una mujer parte de la congregación Alfa y Omega.