En el último partido del grupo D, del campeonato intercolegial inter promociones, el equipo del colegio Santa María Fe y Alegría logró una remontada con tintes de epopeya, frente al puntero del grupo y alcanzó los números justos para seguir soñando con una posible calificación.

Santa María encaró la última jornada del grupo con la obligación de ganar si o si su partido, y esperar resultados que lo mantenga con vida en el primer campeonato de esta característica organizado por el municipio de la capital.

Santa María llegó con 7 puntos, los mismos que la unidad educativa San Antonio, ambos compartiendo la segunda posición del grupo, por debajo de Cristo Rey, puntero e invicto del grupo hasta esta jornada. La diferencia es que mientras la unidad de convenio se media con el puntero, San Antonio lo hacía con el colero, el colegio Adventista, que llegaba a esta última fecha sin conocer la victoria y ya sin chances de avanzar a la siguiente fase.

Santa María debía ganar y esperar que San Antonio pierda o empate para pasar como segundo sin tener que esperar la diferencia gol o ser uno de los mejores terceros de esta fase.

Cristo Rey anotó el primer gol del encuentro y se encaminó a tener puntaje perfecto en la fase de grupos; pero en la segunda etapa todo cambió, Santa María entendió que se jugaba todo por el todo y salió a dejar “el alma” en la cancha.

A los pocos minutos de empezado el segundo tiempo Santa María anotó el gol del empate y a partir de ese momento el partido se convirtió en una “epopeya”, los jóvenes del equipo se jugaban cada pelota como si fuera la última, conscientes de la necesidad de ganar, empezaron a pelear cada balón, correr, presionar, meter pierna, fue una explosión de amor propio verlos jugar la tarde de  este miércoles.

A esto se sumó la barra de las tribunas, los gritos de los suplentes, las indicaciones del entrenador, de los padres, todos gritando, ovacionando cada pelota, pidiendo a cada jugador ir al frente, y lo más emocionante, fue que los jóvenes respondieron a esa emoción y presionaron, fueron al frente, se hablaban entre ellos, se gritaban en cada error, se aplaudían en cada acierto.

Dos palos durante el transcurso del encuentro son la demostración del ímpetu mostrado por los jóvenes, quienes no dejaron de atacar hasta que, a pocos minutos del final, lograron el ansiado gol de la victoria y la remontada.

De ahí hasta el pitazo final, la intensidad no bajo, Santa María sabía que, si dejaba un milímetro de ventaja, les empataban y se despedían del certamen, no lo hicieron y festejaron el final como una final.

De esta forma, Santa María hizo la mitad del camino, la otra mitad dependía del resultado que consiguiera San Antonio, que para no alcanzar los mismos 10 puntos debía empatar o perder con el colero, no lo hizo, terminó goleando 4 a 1 al Adventista.

Estas victorias dejan como primero del grupo a Cristo Rey con 12 puntos, y a Santa María y San Antonio con 10 puntos, a la espera que la organización informe la diferencia gol para que se defina quien de los dos pasa directamente como segundo de grupo a la siguiente fase.

Pero los puntos alcanzados, en caso que la diferencia gol no sea favorable a Santa María, le permiten soñar con clasificar como mejor tercero. Por lo que la remontada, les permitió por lo menos por unos días más, “seguir soñando”.

En el otro partido de la fecha, Otto Aguilera venció a 13 de Abril.