La movilización surgió ante la falta de acción por parte de los concejales, lo que ha generado indignación en la población.

Los manifestantes advirtieron que aplicarán el castigo tradicional tacana, conocido como ‘cepo’, si no se atiende su demanda con urgencia.

El conflicto se originó por el retraso en la aprobación de un proyecto considerado vital para proteger las zonas urbanas ante posibles desbordes del río Beni, que históricamente han afectado a Rurrenabaque durante la temporada de lluvias.

La población expresó su preocupación por el riesgo latente que enfrentan sus viviendas, cultivos y la infraestructura local si no se implementan los defensivos de manera inmediata.

Durante la protesta, los vecinos ingresaron a las instalaciones del concejo y exigieron explicaciones a las autoridades municipales.

Entre gritos y carteles, los manifestantes pidieron responsabilidad a los concejales y recordaron que el "cepo" es un mecanismo de justicia indígena originaria que podría aplicarse como medida de presión si persiste la omisión del Legislativo municipal.

Ante la tensión, el Gobierno Autónomo Municipal de Rurrenabaque convocó a una reunión en sus salones, con el objetivo de dialogar con los dirigentes vecinales y representantes del Concejo.

Se espera que en ese encuentro se busque una salida institucional al conflicto y se analice la viabilidad técnica y presupuestaria del proyecto de defensivos.

Hasta el cierre de esta edición, ningún concejal se pronunció públicamente sobre las acusaciones ni sobre el avance del proyecto.