“Con el alcalde municipal no ha habido ningún acercamiento, estamos esperando, sabemos que todos tenemos necesidades, pero la necesidad la tiene el pueblo que ya no tiene que comer”, dijo un manifestante.

La toma de la Alcaldía se mantiene tras los hechos violentos registrados el miércoles, los manifestantes advirtieron que no se retirarán hasta obtener una respuesta concreta de las autoridades.

Mientras tanto, las actividades en la Alcaldía se encuentran parcialmente paralizadas debido a la protesta. 

CONCEJO DENUNCIA

Los vecinos también tomaron por la fuerza el Concejo Municipal e incluso arremetieron contra los concejales que se aprestaban a sesionar.

El presidente del Concejo Municipal de Riberalta, Luis La Fuente, presentó una denuncia ante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) del Comando Policial Amazónico, por un presunto hecho de agresión física según reporta JC Noticias.

Según el informe, un grupo de manifestantes ingresó de manera violenta a su oficina, lo sacó a empujones y lo obligó a marchar en contra de su voluntad hasta el edificio municipal.

El incidente se produjo en el marco de una protesta por el incremento del precio de la carne de res, que según los movilizados, ha sido elevado arbitrariamente por los frialeros, mencionando que no existiría un estudio técnico ni la aprobación de una ley municipal que lo respalde. Los manifestantes exigen mayor control por parte de las autoridades sobre el precio de los productos de la canasta familiar.

Por otro lado, por el incidente que ocurrió también en la sala del despacho del alcalde municipal. Sobre las agresiones qué surgieron entre funcionarios y ciudadanos que acudieron en busca del ejecutivo en su despacho el día de la movilización.

La Alcaldía de Riberalta formalizó una denuncia ante el Ministerio Público contra 24 personas identificadas como responsables de la irrupción violenta en la sala del despacho del alcalde municipal y de las agresiones físicas contra funcionarios públicos, informó JC Noticias.

Las autoridades locales han solicitado la intervención de la Policía para garantizar la seguridad en la zona y evitar posibles enfrentamientos. Sin embargo, los vecinos recalcan que su medida de presión es legítima y que no se retirarán hasta ser atendidos por el municipio.